De ellos replico historias como la del Tuetue que visitó a mi tatarabuela vestido de viejo. O realizo pruebas, la noche de San Juan, para ver qué me depara el destino.
Fue así como ayer, al visitar a Verónica, escuché al afilador de cuchillos y gratamente me sorprendí, por ser una tradición casi perdida. Pero ella, me comentó que su abuela decía que el afilador, anunciaba la muerte y que siempre que pasaba, alguien moría. Yo quedé curiosa de lo que me comentaba, pero no puse mucha atención, ya que mi visita se debía a otro motivo. Al cabo de una hora, salgo de su casa y acordamos comunicarnos en octubre. Sin embargo, anoche se comunica conmigo y me cuenta que su vecino había fallecido, que su abuelita tenía razón!!!
Yo me asusté, prendí las luces, tomé a la gata. Hasta que el sueño me tomó y me llevó a la cama!!!
Hoy, nuevamente pensé en cuánto de verdad y de coincidencia podrían tener las leyendas. Lo cierto es que ante la duda y las poderosas ganas de que mis abuelos permanezcan vivos (mi abuelita ya murió!!! mi tata vivito y coleando!!!), prefiero seguir reproduciendo en lo oral (y ahora en lo escrito), lo que aprendí de ellos!!!
me gusta como escribes, me diste la impresión de estar leyendo a Marcela Paz.
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